Mes: mayo 2016

CAPÌTULO 0: INTRODUCCIÓN.

El 22 de abril, aprovechando que era la víspera del día del libro, fui invitada a la Ikastola de mis niños, para hacer una presentación sobre mi trayectoria en el mundo de los cuentos infantiles.

La edad de l@s niñ@s que me acompañaron este año, se centraba entre siete a nueve años.

Y la verdad es que, fue una experiencia muy completa, y llena de encanto.

El caso es, que ya han pasado cuatro años, desde que escribí mi primer cuento infantil. Y desde entonces, estos son los pasos tan variopintos que he seguido:

-Como os decía, comencé publicando mi primer cuento ilustrado.

-Continué con el segundo y tercer cuento.

-Comencé una historia con mis galletas decoradas.

-Más tarde, surgió mi primer blog: nubes horneadas.

-Un año más tarde, se me ocurrió empezar con mi nueva marca: So Cute ilustraciones.

-Y para finalizar, acabo de diseñar mis propios productos, y mi nueva tienda online.

Vamos…, ¡que la historia se las trae!

Es una historia bonita, completa, y muy curiosa.

Y lo cierto es que, cuando la cuento, me siento orgullosa de todo lo que he hecho.

¡Qué voy a decir yo!

BLOG-17

Aunque reconozco, que no he tenido mucho éxito…

Pero mérito, lo que es mérito… ¡Tengo como la que más!

Es por eso, que he decidido contar mi historia en las redes.

Una historia, que empezó con un simple dibujo, y que ya va camino de convertirse en un auténtico culebrón.

¡De echo, ya lo es!

¡Os animo a que la sigáis!

Todavía no me he parado a pensar, cuantos capítulos saldrán…

Pero, ¡Ya irán saliendo!

 

Y para terminar, os explico: ¿Por qué llamo a mi historia: Historia de una emprendedora sin cabeza?

Pues… porque todo lo que he hecho, lo he ido haciendo, sobre la marcha. Pasito a pasito… y sin pensar demasiado en los siguientes pasos.

Siempre con la esperanza de que un día no muy lejano, llegue mi oportunidad.

Una oportunidad que me brindará mi hada madrina, con su varita mágica.

Una varita mágica muy deseada, y a la cual he dedicado muchísimo esfuerzo.

Todo para conseguir mi sueño deseado.

Un sueño que no ha llegado, ¡pero que llegará!

Vamos a confiar…